La experiencia acumulada en la bodega durante décadas, combinando tradición con la mas moderna tecnología, nos ha permitido ofrecer vinos singulares. Vinos con personalidad propia, que transmiten el carácter de nuestra tierra.
En la década de los setenta nos incorporamos a la Bodega Julio y Yolanda, produciéndose un cambio generacional de la mano de nuevos sistemas de elaboración y comercialización con un único objetivo: "Crear vinos rotundos con intensos aromas frutales".
Fruto del trabajo en equipo y con la aportación de un nuevo estilo con aires frescos y sello de autor, en el nuevo siglo XXI, es la tercera generación, con Ander, quien aporta el toque de distinción que marca la identidad de nuestros vinos.